Sin embargo, la realidad es que cada año nacen miles de nuevas marcas, de empresas, y solo un porcentaje muy bajo consigue pasar de los 3 años de vida.
Crear una imagen corporativa que le diferencie y posicione por encima de su competencia, es esencial si se quiere conseguir un crecimiento paulatino y exitoso.
Una persona normal recibe inconscientemente al cabo del día miles de impactos visuales (productos, tiendas, publicidad en revistas, en TV, carteles, pegatinas…)
Ante esta selva publicitaria que es la ciudad, es fundamental tener una buena imagen que nos represente y defina para que el público al que queremos llegar rápidamente nos identifique y no se vaya con la competencia.
De otro modo, si no se le presta la suficiente atención y no se realiza una síntesis y análisis adecuado, corremos el riesgo de crear una marca pobre, sin vida ni personalidad, anticuada, y en muchas ocasiones confusa, que no se sabe ni lo que vende ni a quien representa, por lo que rápidamente desaparecerá.
Para entender bien la importancia que tiene el proyectar una correcta imagen a través de su logo solo hay que hacer un símil entre la imagen de marca de una empresa y el aspecto visual y presencia que pueda tener una persona.
Su cara, su mirada, su peinado, su color de piel o de pelo, su ropa, sus gestos, altura, tono de voz… todas esas características son analizadas inconscientemente cada vez que conocemos a una persona, y la etiquetamos según las referencias que tenemos en nuestra memoria, según las asociaciones que hagamos con nuestra memoria.
Si vemos a una persona tirada en la calle, sucia y con ropas rotas, automáticamente asociamos que esa persona es un vagabundo, que probablemente no tenga casa, que no tiene dinero ni para comer, y en algunos casos (dependiendo de las experiencias anteriores de cada uno) podemos tener hasta miedo porque nos atraque.
En cambio, si vemos a una persona con traje, elegante, con un buen tono de voz, gesticulando armónicamente y con una mirada segura y amigable, inconscientemente asociaremos que es alguien importante y seguramente alguien a quien respetar.
Sin duda la apariencia es lo que hará que unas personas u otras quieran acercarse a conocerle. Luego ya cómo sea la relación dependerá sobre todo de usted, de su trato, pero el primer paso depende de su imagen exterior, y en una empresa, esa imagen exterior es en esencia su logo.
Diseñar un logo es un trabajo delicado en dónde una curva, una raya, un color, una tipografía… hace que su imagen transmita sensaciones diferentes.
Por este motivo ha de ser creado por diseñadores especializados y experimentados que trabajen codo con codo con usted para impregnarse e involucrarse a fondo en sus objetivos e ilusiones y que sepan representar con creatividad y notoriedad la filosofía y principios de su empresa.
Un trabajo de máxima síntesis y análisis en dónde a lo mejor la forma de una “a” ya determina la personalidad de su marca.
En definitiva se trata de conseguir la máxima expresión con los mínimos elementos, para que sea más fácil de memorizar. Menos es más.
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