1. Renueva tu plantilla constantemente
Cuando una empresa renueva su plantilla constantemente, hay casi siempre una razón detrás: que los empleados no se sienten a gusto en la compañía. Si los trabajadores no se sienten cómodos en la empresa para la que trabajan, tampoco lo estarán los clientes.
2. Trata a tus diferentes clientes de manera demasiado diferente
Ofrecer descuentos e incentivos es una fórmula eficaz a la hora de atraer a nuevos clientes. Sin embargo, ello no quiere decir que haya que descuidar a los clientes que ya lo son desde hace más tiempo. Hay que buscar fórmulas para recompensar también la fidelidad de estos últimos.
3. Introduce muchas nuevas caras en tu negocio
Si un cliente ama una determinada marca, es en gran parte porque ama también a los empleados que ponen voz y rostro a esa marca. Por eso, es conveniente no introducir demasiados cambios en la plantilla de la compañía que trata directamente con el público.
4. Céntrate demasiado en el precio
Ser la empresa de la competencia con los precios más bajos es una ventaja que lamentablemente no dura para siempre. El mercado cambia constantemente y tarde o temprano acabará apareciendo una compañía con precios más económicos. La clave para ganarse la fidelidad del cliente no reside en el precio, sino en la calidad de los productos y servicios ofrecidos al consumidor.
5. Presiona constantemente al cliente para que compre más
Intentar que un cliente compre más es una buena estrategia, pero para que funcione tiene que haber un fundamento detrás. Nunca hay que sugerir a un cliente la compra de un producto o servicio que en realidad no necesita.
6. Da por sentado que tus clientes nunca te abandonarán
Toda empresa tiene un núcleo de clientes sin los cuales sería imposible la supervivencia de la compañía. Sin embargo, nunca hay que dar por sentada la fidelidad de los clientes. La fidelidad del cliente se renueva día a día y la clave para renovarla está en la calidad y en la innovación en los productos y servicios ofertados por la empresa al cliente.
7. Adopta la perspectiva equivocada en las ventas
Muchas empresas optan por elevar las comisiones de los vendedores que cierran ventas con nuevos clientes, mientras que las comisiones de las ventas generadas por clientes ya existentes se mantienen a un nivel mucho más bajo. De esta manera, se incita al vendedor a esforzarse únicamente en la adquisición de nuevos clientes y a descuidar la atención a los clientes ya existentes, lo cual es una perspectiva totalmente equivocada.
8. Pon las cosas difíciles al cliente a la hora de solucionar un problema
Todas las empresas tienen normas de atención del cliente, pero cuando el consumidor se topa con un problema, simplemente quiere que se lo solucionen lo antes posible. En ese caso, hay que abandonar la rigidez de las normas y apostar en su lugar por la flexibilidad.
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