Los diseñadores, somos complicados una vez que descubrimos que la estética y las técnicas de representación visual, tienen una razón de ser, y lo somos aún más cuando nos hemos dado cuenta que para comunicar una idea por medio de grafismos, además de ser racionales, debemos ser simples, claros, sintéticos y funcionales en el tratamiento de la forma.
En ocasiones, nuestros diseños se asfixian y necesitamos eliminar partes sobrantes, reducir el exceso de color y omitir elementos geométricos o tipográficos; para ello recurrimos a la simplicidad.
La simplicidad en el diseño se ha convertido en un recurso infalible de comunicación, con ella tenemos la seguridad de que nuestros diseños los entenderá la mayoría, pero la verdad es que no es tan fácil como Paul Rand, Milton Glaser o Dieter Rams lo hacían. Cuando somos sintéticos debemos ser inteligentes, nuestros sentidos y técnicas deberán estar enfocados a una sola tarea, la atención estará concentrada en uno o dos elementos de nuestra composición, por consiguiente el resultado deberá ser genial para que la comunicación de nuestra idea funcione. A continuación mencionaré tres puntos que los diseñadores debemos tomar en cuenta para que la simplicidad logre excelentes resultados en nuestro quehacer cotidiano.
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